Qué no hacer con un río

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Imagine el lector que le toca por herencia… un cochazo. Un Porsche por ejemplo. Y en lugar de disfrutarlo, conducirlo o venderlo, decide hacerlo chatarra, fundirlo, y usar su metal para hacer tornillos.

Pues eso es, ni más ni menos, lo que ha hecho el Estado Español con el río Tajo.

El río español más largo, el más loado en la literatura, castellana y portuguesa, casi tajando geográficamente la Península en dos mitades, con todo lo que implicó en sus respectivas historias… el Tajo de las ninfas de Garcilaso, aquel tesoro ibérico cuya agua “da hermosa tez y resplandeciente lustre a los rostros de los que con ella se lavan” según describía Pedro de Alcocer en el siglo XVI… los Gobiernos españoles (el de la República que lo ideó, el de Franco que lo ejecutó, y los socialistas y populares que lo han refrendado y continuado) lo han convertido en esto:

Tajo hoy

Lo que hace solo medio siglo era un río así:

Playa Safont playa tajo 2

Tajo en Toledo… capital imperial… capital ibérica visigoda… Patrimonio de la Humanidad… en los años 50, una de las muy pocas ciudades de esta entidad donde se podían tomar fotos así. Ríos con este caudal, esta calidad del agua, y en su tramo medio, ya alejado de su cabecera,  por debajo de la capital del país…  desde luego algo fuera de lo común. Por no decir algo único.

El Tajo no era un río cualquiera. Disculpen mi chauvinismo tagano, pero ningún otro de los grandes ríos de España (y pocos de Europa) está así a unos 150 kilómetros de su nacimiento, salvo quizá el Júcar que comparte condiciones de cabecera muy parecidas.

Duero Soria San Saturio Tajo Trillo

Estas son dos fotos, tomadas con un día de diferencia esta primavera pasada, del Duero en Soria capital, y del Tajo, antes de Trillo. En Soria el Duero lleva 63 km de curso. El Tajo en Trillo unos 150 km. Y no es un día aislado. Uno ya ha recorrido el país lo suficiente como para poder afirmarlo. Parecidos al Duero en Soria están el resto de ríos españoles a esas alturas. Condiciones bio y geológicas muy especiales hacen posible la magia del Tajo.

Pero justo a partir de Trillo, entró en juego la política del Estado, decidido a destinarlo…  a 3 centrales nucleares y un trasvase. Bien. Dedicado así en su mayor parte a usos para los que se podría usar agua depurada como se hace en muchos otros sitios: el regadío y campos de golf en Levante, y refrigeración de centrales. Y convirtió su cauce medio en la gran alcantarilla de aguas residuales de Madrid, servida con depuración dudosa durante décadas.

No habrá aquí ni una sola línea para despotricar contra los agricultores que tienen en Levante su vida dependiendo de las aguas del Tajo. Ninguna, porque simplemente han necesitado de ellas, y han defendido que nos las arrebaten para conseguir lo que debería ser ya, a estas alturas, derecho inalienable: su digna subsistencia.

Dejo estas para los políticos, tecnócratas e ingenieros del Estado, quienes desde altos niveles de responsabilidad han dedicado y siguen dedicando su maquinaria institucional a manipular y ocultar el problema, y a maximizar sus beneficios personales impidiendo cada vez a más generaciones a disfrutar del gran río que era el Tajo. Porque se ha hecho a conciencia, con mucha premeditación y reincidencia. Y era un desastre anunciado.

Mural verguenza

Y Europa, como se ha visto tras el informe consecuente a la visita reciente de los europarlamentarios, http://cadenaser.com/emisora/2016/06/20/ser_toledo/1466424723_546591.html nos viene a dar la razón contra la propaganda y la manipulación estatales que parieron el Trasvase.

Cálculos mal hechos, caudales manipulados, argumentos tan democráticos como “en la región murciana, el agua es la sangre y no nos gustan las bromas en tan delicado tema” (Ricardo de la Cierva, senador por Murcia) quedarán para la historia como cimientos del Trasvase, que dejarán para posteridad, cual cicatriz de la piel del toro y monumento a la irracionalidad del único país del mundo que ejecutó un gran trasvase desde la cuenca que asienta su propia capital.

Desmontado quedó ya el argumento falaz de “unos” de que el Trasvase es una obra económicamente rentable. Pues ni ha sido rentable, ni se rentabilizará como mínimo hasta el año 2030, como demuestra la tesis de E. San Martín. https://canal.uned.es/uploads/materials/resources/pdf/4/1/1322053309614.pdf

Tampoco sirve el argumento de “otros” diciendo que el Trasvase Tajo-Segura es una infraestructura ya hecha. No sirve para la perpetuación del mayor desastre ecológico del país, como tampoco justificaría a Rusia para seguir desecando el Mar de Aral.

Tampoco se puede repetir el mismo desastre de sobreexplotación en nuestra cuenca del Tajo. No sirve pues aquí la repetición del argumento de “los recursos hídricos no pueden ser un obstáculo para nuestro desarrollo” que ya se ha blandido en Castilla-La Mancha, entre otros por el expresidente Barreda. No es más que calcar aquí el argumento murciano. A continuación pedimos otro trasvase desde más al norte, ¿no? ¿mezclamos el agua prístina de la cabecera del Tajo con la turbia del Duero o el Ebro?

El Trasvase no se podrá cortar de un día para otro. Tampoco los agricultores murcianos dejados sin sustento, como no se puede cortar a un drogadicto su dosis de golpe.

Pero el nuevo Gobierno Español debería por fin tomar la responsabilidad, y reconocer, antes de que tenga que ser Europa quien termine de arrojar la luz sobre el martirio del Tajo, que el Trasvase Tajo-Segura no es ninguna obra “de solidaridad nacional”, y sí un fallo, un error de planificación, falta de responsabilidad estatal que ha causado la mayor catástrofe ambiental del país. Y que ponga en marcha las medidas encaminadas a arreglarlo en el menor plazo posible. Eso es lo que hace falta con urgencia: un reconocimiento de cara a poder arreglar el problema.

Pero no. Aún no llegará, me temo. Seguiremos escuchando la misma historia de manipulación de términos. Del déficit hidrológico por sobreexplotación del Levante , y de solidaridad nacional por expolio exclusivo para el Tajo… es decir: sostenella y no enmendalla.

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